Ordenada y diligente
es doña Concha Zorita
un buen ejemplo docente
que tantas veces se cita
puntual, disciplinada
con un gran temperamento
y una fuerte voluntad,
de todos considerada
que desde el primer momento
despierta notoriedad.
Activa, con inquietudes,
cuna vallisoletana
y almeriense de adopción,
que pronuncia el castellano
con una hermosa dicción.
Hija de padre maestro,
de pequeña ya vivió
todo el sufrimiento nuestro,
todas la vicisitudes
que tiene la profesión.
Maestra en Rodalquilar
combinó con mucho esfuerzo
las faenas del hogar,
el ser madre y estudiar,
lograr pronto en Almería
en su Escuela Normal
cátedra de psicología
y ejercer su magisterio
sobre tantos estudiantes
que después ejercerán.
Este programa universitario acoge a personas entre 65 y 75 años y su introducción se debe a que los mayores tienen unas necesidades que hay que rellenar. Es un colectivo que necesita descargarse de lo físico de toda una vida de trabajo pero al que le gusta distraerse y sigue teniendo sus inquietudes intelectuales.
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