con el arado en el prado,
en el sendero o vereda,
mucha paz en la alameda,
el pastor en la montaña,
el pescador en la mar.
En los pucheros la paz,
en la obra, en el taller,
en oficinas, en despachos,
en los grandes almacenes,
en los barcos, en los trenes.
También paz en el hogar,
en la cocina y salón,
compartiendo los deberes,
que son nuestra obligación.
Paz, amor y libertad,
esta paz no está en los libros,
ni en discursos, ni en carteles,
la paz sale de mi boca,
la llevo en mi pensamiento
y no la escribo en papeles,
la paz que lleva apertura,
la paz de la comprensión,
la paz que lleva ternura,
sentimiento e ilusión.
La paz se hace cada día,
con el diálogo de ideas,
con perdón, con amistad;
al salir cada mañana
llevo siempre una sonrisa
que brota a mi alrededor,
energía positiva
de empatía y no rencor.
Esforcemos nuestro pasos
poniendo de nuestra parte,
para que en todos los casos
y negociando con arte
en la paz que deseamos,
se resuelva en armonía
el anhelo que esperamos
con verdadera alegría.
1 comentario:
FELICIDADES AL MAESTRO MIGUEL.
HA PLASMADO MUY BIEN EL SENTIMIENTO DE LA PAZ, EN EL DIA A DIA.
ME SIENTO IDENTIFICADA CON LA POESIA Y TODOS DEBERÍAMOS LLEVARLA A LA PRÁCTICA.
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