Dólores López con un niño en la Inclusa de Madrid
Como ya adelantabamos hace un tiempo, el número de víctimas de violencia de género por desgracia excede de nuestra capacidad para encontrar biografías de mujeres almerienses para la campaña del UNA POR UNA. En cualquier caso queremos conservar el espíritu de esta iniciativa de nuestro blog amigo "La naranja del azahar" y en esta ocasión traemos a esta bítacora, la figura de DOLORES LÓPEZ CANTÓN, la primera alhameña licenciada en medicina.
La experiencia vital de esta mujer la hace prototipo de las dificultades de muchas mujeres por acceder al ámbito público. He aquí algunas notas biográficas.
Nace en Alhama en 1921, en la casa paterna ubicada en la calle San Antonio, enfrente de la Ermita. Era la última de tres hermanos.
Hasta los 10 u 11 años estuvo en Alhama. Recuerda sus juegos infantiles en la Placeta de San Antonio. Tiene recuerdos muy entrañables de Doña Laureana, una maestra que despertó en ella el amor por los estudios. Fue ella quien le preparó para realizar el ingreso en el Instituto de Bachillerato de Almería.
Cuando tenía 11 ó 12 años se trasladó a Almería con sus padres. Durante la Guerra Civil conoció a una enfermera que trabajaba en el Hospital Provincial -de la que no recuerda el nombre-, que tenía familia en Alhama. Durante muchas noches de bombardeos, Dolores y su familia se refugiaban en el propio Hospital. Tras los mismos, Dolores, al igual que sus hermanos, ayudaba a esta enfermera a atender los heridos. Allí fue donde Dolores inició su interés por la medicina.
Acabado el bachillerato y la contienda civil, se trasladó a Madrid a iniciar los estudios de medicina estuvo en el que fuera desde 1917 hasta 1936 "Residencia de Señoritas", dirigida por María de Maeztu , y que a partir de 1940 pasó a llamarse Colegio Estudio.
Acabó medicina en 1948 y pronto se puso a buscar trabajo como médica en Madrid. Desistió de trasladarse a Almería para ejercer la profesión, ya que por aquellos años el trabajo de la mujer como médico en un ambiente de provincias no estaba bien visto -hasta su propia familia lo consideraba así- y los trabajos se solían conseguir- -según sus propias palabras- "por enchufe". De forma que -según expresión de Dolores-"se hubiera muerto de hambre en Almería".
A los pocos meses de acabar la carrera comenzó a realizar su primer trabajo en la redacción de una revista científica llamada Medicamenta, en la sección de "Consultorio Profesional" con un exiguo sueldo.
Pronto ganaría por oposición una plaza de pediatría en la Inclusa Provincial de Madrid, en el año 1949, que se ubicaba en la calle O'Donnell, dependiente del Instituto Provincial de Puericultura. Tuvo ocasión también en este tiempo de dar clases en la Escuela de Enfermería.
La vida en Madrid era dura para vivir en los primeros años de los cincuenta, sola y con un sueldo, a lo que había que añadir la muerte de su padre en 1949. Al poco tiempo, cuando ya disponía de vivienda, vio la necesidad de llevarse a su madre a Madrid.
En los inicios de los años setenta Dolores consiguió otro puesto de trabajo, una plaza de la Seguridad Social en Vallecas, donde se encontraba un barrio marginal, el Pozo del Tío Raimundo. En ese barrio conoció el ambiente de pobreza que se escondía de los aledaños de la capital. Los traslados a sus distintos trabajos, y especialmente al barrio para realizar las visitas domiciliarias, los realizaba en moto.
Dolores necesitaba llevar adelante todos estos trabajos ya que los sueldos en cada uno de ellos eran muy bajos y su casa siempre estaba llena de familia. Se jubiló en 1983. Desde entonces continúa viviendo junto a su sobrina Carmen. En la actualidad reside con ella en Castellón, donde Carmen ejerce de pediatra en un hospital.
La información que aquí ofrecemos aparece ampliada en esta edición del Eco de Alhama.
Podéis consultar la siguiente estadística de las víctimas de violencia de género en 2009, en el siguiente enlace.
2 comentarios:
Hola soy Esther Sánchez de 3ºA.
Creo que Dolores López fue una mujer luchadora de su época porque, hoy día no tiene nada de particular que una mujer estudie medicina, pero hacerlo en los años cuarenta del siglo XX en plena posguerra cuando la mujer tenía como única misión ser madre y esposa, era un auténtica hazaña.
Dolores tuvo que superar multitud de barreras para lograrlo,una de ellas, renunciar a residir en la provincia donde había nacido, ya que era casi imposible en aquella época ejercer la medicina en una pequeña ciudad como Almería siendo una mujer. A pesar de estas dificultades, consiguió ejercer su profesión e incluso animó a su sobrina a dedicarse a la medicina.
Un saludo.
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