Recomendaciones para contratar mujeres
En plena II Guerra Mundial y debido al número de hombres que estaban en en filas, las empresas tuvieron que contratar masivamente a mujeres. En la editorial de la revista Transportation Magazine en 1943 se recogen las once recomendaciones para ello. Son reglas que no tienen desperdicio. Ahí van:
1. Escoge mujeres jóvenes casadas. Usualmente tienen un mayor sentido de responsabilidad que sus hermanas solteras, y es menos probable que caigan en el coqueteo, necesitan el trabajo o no lo estarían haciendo, y todavía tienen la energía e interés para trabajar duro y lidiar eficientemente con el público.
2. Cuando deban contratar mujeres mayores, traten de conseguir algunas que hayan trabajado fuera del hogar en algún momento de sus vidas. Las mujeres mayores que nunca han trabajado con clientes, tienen más dificultades adaptándose y pueden convertirse en personas malgeniadas y problemáticas. Siempre es bueno recalcar en las mujeres mayores la importancia de ser amigables y la cortesía.
3. Experiencia en general nos indica que las chicas “rellenitas” – esas que tienden a estar un poco sobre peso – tienen temperamento más estable y son más eficientes que sus hermanas de bajo peso.
4. Mantengan un doctor que pueda hacerles examenes físicos a las mujeres que contraten- uno que incluya las condiciones femeninas. Este paso no sólo protege la empresa contra posibles problemas legales, pero podría revelar si la futura empleada tiene alguna debilidad femenina que podría incapacitarla mental o físicamente para el trabajo.
5. Recalquen de entrada la importancia del tiempo: el hecho que un minuto o dos perdidos aquí y allá hacen estragos en los horarios. Hasta que este punto sea comprendido, es probable que el servicio sea un poco más lento.
6. Bríndenle a la empleada un horario definido de sus labores para el día para que se mantengan ocupadas sin tener que consultar con la administración por instrucciones cada 5 minutos. Numerosas empresas mencionan que las mujeres son excelentes empleadas cuando tienen sus labores establecidas, pero que no gozan de la iniciativa para buscar en qué ocuparse por cuenta propia.
7. Cuando sea posible, permítanle a la empleada interna que cambie de uno a otro trabajo durante el día. Las mujeres tienden a estar menos nerviosas y más felices con estos cambios.
8. Bríndenle a las chicas una cantidad adecuada de periodos de descanso durante el día. Hay que ser comprensivos con la psyque femenina. Una chica tendrá más confianza en sí misma y podrá ser más eficiente si se le permite arreglarse el cabello, retocarse su lápiz labial y lavarse las manos varias veces durante el día.
9. Tengan tacto cuando le den instrucciones o les hagan críticas. Las mujeres usualmente son más sensibles: no pueden restarle importancia a las palabras fuertes de la misma manera que hacen los hombres. Nunca hagan quedar en ridículo a una mujer – le quiebra el espíritu y disminuye su eficiencia.
10. Sean razonablemente considerados al usar lenguaje fuerte alrededor de las mujeres. Aunque el esposo de la chica o su padre puedan gritar utilizando lenguaje fuerte, a ella podrá llegarle a disgustar un lugar de trabajo donde escuche mucho de esto.
11. Consigan suficiente variedad de tallas para los uniformes de las operarias para que cada chica pueda tener su talla correcta. Este punto no puede ser llevado a exageración si de mantener a mujeres contentas se trata.
En fin… parece que la motivación consistía en dar tiempo para retocarse el maquillaje y no utilizar un lenguaje demasiado brusco. Está claro que la gestión de recursos humanos ha evolucionado y mucho. Y menos mal.