DÍA DEL LIBRO II

Con motivo del Día del Libro, que hemos celebrado este curso en el IES Puerta de Pechina, gracias a la labor investigadora de nuestro compañero MIGUEL FERRER CARMONA, hemos podido visibilizar ante nuestro alumnado, a este insigne pechinero llamado, JOSÉ CASTILLO RODRÍGUEZ, más conocido como TROVERO CASTILLO. Aquí tenéis una selección de rasgos biográficos:

Este personaje nació en Pechina, el 12 de septiembre de 1872. Sus padres Laureano y Manuela vivían en la calle de las Angustias, donde hoy está la peña flamenca “El Yunque”

Castillo, minero, emigrante, aventurero, trovero, cantaor y guitarrista, fue un autodidacta con vocación pedagógica para enseñar a los niños todo lo que sabía y para sacar a los adultos de la vejación del trabajo minero y del embrutecimiento de las tabernas.

Nuestro paisano era un hombre pulcro en el vestir, de buena presencia, porte elegante, trato exquisito, cualidades que le valdrán la admiración de mujeres, jóvenes y mayores así como el respeto de la burguesía dominante.

José Castillo Rodríguez ha sido una portentosa figura en el mundo de la poesía popular repentizada. La quintilla improvisada, originaria de las minas de Sierra Alhamilla, de la cuenca minera de Gádor y Sierra Almagrera, se trasladó a la cuenca del coto minero de Cartagena y La Unión.

Asistió Castillo a la escuela en Pechina con el maestro don José Campiña Toledano. Este gran maestro, muy querido y recordado y el párroco don José Pérez Andújar viendo la buena disposición que tenía para los estudios, hablaron con sus padres para ayudarle, pero todo fue inútil, pues cuando tenía diez años, su padre lo llevó con él a trabajar a las minas de Sierra Alhamilla y dos años después se marcharon a La Unión (Murcia).

 

Se vio envuelto en el levantamiento de los mineros de la Unión de 1898, estuvo dos años y medio en la cárcel, hasta que fue juzgado y absuelto por un tribunal de guerra.

Posteriormente se juntó con una mujer, se retiró del trabajo de las minas y abrió una taberna en La Unión. No abandonó el trato con sus compañeros mineros, que en 1901 le eligieron presidente de su sindicato “El Despertar”.

Al poco tiempo volvió a Pechina, donde se estableció y abrió una escuela en la calle del Espejo para niños y clases nocturnas para adultos. Con verdadera vocación y extraordinarias dotes pedagógicas, ejercía con todo entusiasmo su labor desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche.

A los niños les componía y adecuaba canciones alusivas a la enseñanza, sus virtudes y ventajas cantando con ellos y acompañándolos a la guitarra.

A pesar de este horario agotador de quince horas diarias, apenas ganaba para subsistir con las sesenta pesetas que recogía mensualmente. La economía de algunos y el descaro de otros, hacían que la mayor parte de los padres no pagaran. Uno de ellos, un tal Cortés, un domingo lo ve Castillo y le dice:

Aunque te llamas Cortés

tus actos no son corteses

porque va para tres meses

tu hijo en clase; ¡ y ya ves!

En 1909, un alcalde amigo le dio el cargo de secretario del ayuntamiento, que le duró meses pero otro alcalde se lo quitó. Acosado por éste, tuvo que marchar en 1911 a Serón con su familia, mujer y dos hijas.

Entre los reconocimientos que ha tenido figura una calle en Cartagena, en Pechina y en La Unión. Una Asociación Cultural “Trovero Castillo” en Pechina y La Sección de Educación Permanente del Centro de Adultos en Serón-Alcóntar.